La noche del viernes 2 de noviembre, Travis nos sacudió a todos los que acudimos a la cancha de Vélez a presenciar el Yeah! Festival. Hago esta afirmación sin más preámbulos, ya que fue tal la actuación de esta banda escocesa que hubiera justificado ser quien cerrara la noche.
Pero vayamos en orden. A las 20:00 hs, Starsailor comenzó su show. La puntualidad fue tal, que hizo que miles de personas que aguardaban su entrada al estadio, se perdieran la mitad del show (con suerte, ya que hubo algunos que casi finalizando el show de Travis, recién estaban entrando a campo). Yo llegué cuando Starsailor recién había comenzado a tocar. Lo que vi me pareció interesante. Demostraron que cuando hay buenas canciones, las mismas se mantienen por sí solas.
Media hora después, subió Travis. Debo reconocer que fui fan de ellos desde sus primeros discos (Good Feeling, 1997 y The Man Who, 1999). Más allá de que algunos tilden su entrada de trillada, a mí me divirtió mucho y bastaron tan solo los primeros acordes de “Selfish Jean” para que pasara a ser anecdótica. En total tocaron algo más de 100 minutos, repasando gran parte de sus singles. Arriba del escenario, se vio una banda que se divierte haciendo lo suyo y lo hace bien. Por suerte para mí, tocaron “All I want to do is rock”, “The beautiful occupation” y “Flowers in the window” (a una sola guitarra tocada por momentos a dos manos por Dougie y Andy), además del a esta altura clásico “Why does it always rain on me?”. Hay que destacar el mosh que hizó Andy Dunlop con su guitarra en el solo de "All I want to do is rock".
Pasó una hora entre que Travis dejó el escenario y se bajaron las luces anunciando la entrada de The Killers. La puesta en escena, dejaba en claro que se trataba del número central (a priori) de la noche. La música estuvo bien, muy bien. The Killers es una banda con una potencia y un despliegue únicos, en el contacto con el público es en donde estuvieron un poco distantes. Brandon Flowers (más allá de ser un frontman un tanto frío) posee un buen registro vocal, que le permite cantar a un gran volumen durante todo el show, el cual se centró en los temas de “Sam’s Town” (su disco de 2006), los hits de su primer álbum (“Hot fuss”) y algunos temas nuevos. Y finalmente, cuando ya se habían afianzado, de repente, dieron por finalizado el show, cuando todos esperábamos un concierto un poco más largo...en fin.
En definitiva, el Yeah! estuvo muy bien, salvo la hora de espera entre Travis y The Killers, el resto estuvo bien. Como soporte, Starsailor fue un lujo. The Killers hizo vibrar el estadio y Travis, con su show, marcó el punto más alto de la noche.
Pero vayamos en orden. A las 20:00 hs, Starsailor comenzó su show. La puntualidad fue tal, que hizo que miles de personas que aguardaban su entrada al estadio, se perdieran la mitad del show (con suerte, ya que hubo algunos que casi finalizando el show de Travis, recién estaban entrando a campo). Yo llegué cuando Starsailor recién había comenzado a tocar. Lo que vi me pareció interesante. Demostraron que cuando hay buenas canciones, las mismas se mantienen por sí solas.
Media hora después, subió Travis. Debo reconocer que fui fan de ellos desde sus primeros discos (Good Feeling, 1997 y The Man Who, 1999). Más allá de que algunos tilden su entrada de trillada, a mí me divirtió mucho y bastaron tan solo los primeros acordes de “Selfish Jean” para que pasara a ser anecdótica. En total tocaron algo más de 100 minutos, repasando gran parte de sus singles. Arriba del escenario, se vio una banda que se divierte haciendo lo suyo y lo hace bien. Por suerte para mí, tocaron “All I want to do is rock”, “The beautiful occupation” y “Flowers in the window” (a una sola guitarra tocada por momentos a dos manos por Dougie y Andy), además del a esta altura clásico “Why does it always rain on me?”. Hay que destacar el mosh que hizó Andy Dunlop con su guitarra en el solo de "All I want to do is rock".
Pasó una hora entre que Travis dejó el escenario y se bajaron las luces anunciando la entrada de The Killers. La puesta en escena, dejaba en claro que se trataba del número central (a priori) de la noche. La música estuvo bien, muy bien. The Killers es una banda con una potencia y un despliegue únicos, en el contacto con el público es en donde estuvieron un poco distantes. Brandon Flowers (más allá de ser un frontman un tanto frío) posee un buen registro vocal, que le permite cantar a un gran volumen durante todo el show, el cual se centró en los temas de “Sam’s Town” (su disco de 2006), los hits de su primer álbum (“Hot fuss”) y algunos temas nuevos. Y finalmente, cuando ya se habían afianzado, de repente, dieron por finalizado el show, cuando todos esperábamos un concierto un poco más largo...en fin.
En definitiva, el Yeah! estuvo muy bien, salvo la hora de espera entre Travis y The Killers, el resto estuvo bien. Como soporte, Starsailor fue un lujo. The Killers hizo vibrar el estadio y Travis, con su show, marcó el punto más alto de la noche.